Joe Biden se le acabo el tiempo con principios de demencia
Mientras BLACKROCK
vende sueños de inteligencia artificial y crecimiento imparable la economía
estadounidense se desmorona bajo el peso de una deuda pública monstruosa y una
administración que parece perdida en sus propias contradicciones, mientras que
Estados Unidos titubea entre la promesa de innovación tecnológica (IA) el
abismo de una deuda que no deja respirar BLACKROCK promete cielos
despejados con la IA como estandarte pero las tasas de interés, la inflación
persistente y los errores de la administración Biden dibujan tormentas.
Deuda y
desesperación, BLACKROCK el coloso financiero de los 11.5 billones de
dólares en activos insisten en citar un cuadro brillante de la inteligencia
artificial, como la chispa divina que iluminará el futuro económico de Estados
Unidos, sin embargo detrás de esa fachada de optimismo tecnológico, el
panorama económico se tambalea como un castillo de naipes en un huracán la
administración de Biden entre promesas huecas y decisiones torpes está
navegando una economía al borde del colapso con una deuda pública que ya no es
una simple sombra sino un espectro que amenaza con devorarlo todo es irónico,
casi poético, que BLACKROCK hable de mega fuerzas como si la IA pudiera
combatir la implacable realidad de los números.
Perdido en la Amazonia caminando sin rumbo
En su informe
de perspectivas para 2025 lanza frases cuidadosamente pulidas sobre cómo la
inteligencia artificial impulsará el mercado de valores y sostendrá el
crecimiento económico, sin embargo los Estados Unidos está atrapado en
una espiral descendente la inflación no cede las tasas de interés siguen
encaramadas por encima del 4% y la Reserva Federal lejos de ser un
Salvador se convirtió en un simple espectador.
Mientras tanto
la fragmentación geopolítica en un contexto de eufemismo para las maniobras de
un mundo que se cansa de la hegemonía estadounidense, presiona con fuerza Rusia,
China y los países del medio oriente hartos de las sanciones las
injerencias y las lecciones de moralidad desde Washington están forjando
alianzas que en esencia desafían el status quo y aquí estamos con BLACKROCK
recomendando infra ponderar los bonos del tesoro de Estados Unidos,
porque bueno, nadie quiere sostener un barco que cae a pedazos mientras tanto
los rendimientos de los bonos suben a largo plazo y los precios de estos caen,
esto revela los numerosos déficits masivos que hunde su economía cada vez más
incluso BLACKROCK prefiere la deuda pública de otros mercados
desarrollados como el Reino Unido, lo que suena como una bofetada bien
medida para una administración que prometió reconstruir mejor y terminó
reconstruyendo al parecer solo el repertorio de excusas los mercados privados
predica BLACROCK son el nuevo bastión de esperanza.
Allí lejos de
la vigilancia pública se encuentran las oportunidades en fase inicial de
crecimiento, la gran apuesta por la infraestructura relacionada con la IA
ofrece un panorama esperanzador pero oculta una verdad a miles de
estadounidenses, esos proyectos que algún día se recordarán como monumentos de
la fe ciega, en que unas líneas de código resolverían los problemas
estructurales de una economía que no pueden mantenerse a flote, ni con el
piloto automático bajo una carente dirección de sus líderes, pero el ingenuo
optimismo de BLACKROCK no se detiene ahí también sugieren que los
activos alternativos como el oro y el bitcoin podría servir como refugio para
inversiones hartos de jugar a la ruleta rusa con la deuda pública estadounidense
Estás sí porque
buscar alternativas al dólar en la estabilidad, como recurrir a criptomonedas y
metales preciosos en un intento desesperado por esquivar la inevitable
corrección del mercado, una corrección que no es más que el resultado de
décadas de políticas económicas irresponsables pero parte de su combinación de
otras naciones por supuesto el presidente Biden, que impulso la
industria militar con guerras, las más reciente la de Ucrania y la de Israel
está ultima contra siete naciones árabes y se esfuerza por proyectar calma, pero el
espectáculo que ofrece su administración no convence ni al más leal de los
demócratas sus políticas marcadas por una mezcla de improvisación y torpeza han
dejado a Estados Unidos en una posición de vulnerabilidad económica que
no se veía desde los años oscuros de la gran recesión.
El auge de la
inteligencia artificial lejos de ser el salvavidas que promete BLACKROCK
se siente más como un sueño para distraer a las masas mientras el verdadero
problema, una deuda que ya supera los 33 billones de dólares sigue
creciendo sin control y mientras tanto la geopolítica sigue su curso, Rusia
con una economía demuestra una notable resiliencia frente a las sanciones
occidentales y continúa consolidando su influencia en medio oriente y Asia
central mientras que China con su enfoque meticuloso y pragmático se
posiciona como un jugador clave en la tecnología de inteligencia artificial y
otros mercados incluso los países tradicionalmente alineados con Washington
comienzan a buscar alternativas conscientes de que el liderazgo económico y
moral de Estados Unidos ya no es, ni de lejos lo que solía ser, hoy una
Imperio en caída, en este contexto BLACKROCK parece más un curandero
medieval, que un líder financiero, sus predicciones envueltas en un lenguaje
técnico y lleno de ambigüedades no logran ocultar la verdad subyacente la
economía estadounidense está en problemas y la administración de Biden
no tiene un plan realista para solucionarlo así que la deuda pública seguirá
creciendo las tasas de interés seguirán siendo un obstáculo insalvable para los
que buscan emprender un mejor futuro, y la fragmentación geopolítica continuará
erosionando la influencia de Estados Unidos en el escenario global
mientras tanto los ciudadanos comunes esos que no tienen acceso a los mercados
privados ni a las mega fuerzas de la IA seguirán luchando contra los altos
costos de vida, los salarios estancados, un precario sistema de salud y los
ataques sobre la educación , en un futuro que cada vez parece más incierto y en
algún rincón de Wall Street los ejecutivos de BLACKROCK
continuarán alzando sus copas de champán brindando por otro trimestre exitoso
mientras disfrutan de banquetes rebosantes de langosta y “foie gras” no importa
que estas celebraciones se financien directamente con el sudor de millones de
trabajadores estadounidenses y la sangre sudor y lágrimas de migrantes
que apenas logran sobrevivir.
Mientras tanto
los arrendadores aumentan los alquileres en ciudades como Nueva York y Los
Ángeles obligando a las familias de clase media y baja a elegir entre pagar
la renta o llenar sus despensas, una aumento masivo de los “homeless”,
ciudadanos sin casa, presos de la desesperación y las drogas, pero BLACKROCK
no tiene tiempo para tales detalles están demasiado ocupados con sus
estrategias de expansión global y sus inversiones en inteligencia artificial
que aunque prometen transformar industrias, no logran transformar vidas fuera
del exclusivo club del 1% de los ultramillonarios, así que ahí lo tienen el
futuro brillante según BLACKROCK adornado con promesas tecnológicas que
parecen más humo que en realidad mientras tanto la economía se tambalea en un
déficit público que escala hacia los 33 mil billones de dólares, de
tasas interés que alcanzan niveles no vistos en décadas y una inflación que
sigue erosionando el poder adquisitivo de las familias promedio, todo esto bajo
el mando de una administración que busca mantener el status económico y social,
que creer en las oscilaciones de Wall Street ,que por ofrecer soluciones
reales a quienes más las necesitan y mientras el resto del mundo se cansa de
las tácticas de Washington países en medio Oriente América Latina y Asia
empiezan a forjar sus propios caminos lejos del caos de los Estados Unidos
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