Cabezas huecas
Es tan difícil hacer una reflexión sobre como estamos
dominados por la IA, no podemos vivir sin el teléfono celular, no obstante que
esten programados y a beneficio de los dueños de los medios de comunicación, ya Byung-Chul-Han
sus libros “Infocracia” y “Las No cosas”, tomando
como punto de partida la sociedad disciplinaria que describe Michel Foucault
en "Vigilar y castigar", como característica fundamental de la época moderna, han da un giro al argumento del panóptico, para señalar que en las sociedades de
la información en que nos encontramos, la vigilancia ya no opera en términos
espaciales. Los vigilados no necesitan ser encerrados para que el control
disciplinario opere sus efectos. En la era digital, la vigilancia ocurre a
través de los dispositivos electrónicos conectados a Internet. La sujeción
producida por estos medios vigila de un modo totalitario, que aparenta una falsa libertad.
La visibilidad se establece ahora de una manera
completamente diferente: No a través del aislamiento, sino de la creación de
redes. La tecnología de la información digital hace de la comunicación un medio
de vigilancia. Cuantos más datos generemos, cuanto más intensamente nos
comuniquemos, más eficaz será la vigilancia. El teléfono móvil como instrumento
de vigilancia y sometimiento explota la libertad, la comunicación y fomenta el
consumo, “si no compro, no existo”.
Los mecanismos digitales de control, por ser abiertos y
continuos en el modo de sujeción, producen una versión degradada de la
democracia que Beyung-Chul-Han llama infocracia.
Existe una transformación de dimensiones radicales ha
ocurrido en el espacio público infocrático “solo la red digital creó las
condiciones estructurales previas para las distorsiones infocráticas de
la democracia”. La digitalización disuelve la acción comunicativa propia de la
democracia representativa en que el discurso y la deliberación tienen un papel
central. En la era de la infocracia, se pierde el sentido de buscar las
condiciones ideales de comunicación para una política igualitaria, en el marco
de las democracias representativas liberales. El espacio público de los medios
masivos tradicionales, como la radio o la televisión, han cedido su lugar a las
transformaciones tecnológicas que la red de redes realiza en las formas de
comunicación pública. En ella, la deliberación, el debate y la verdad dejan de
ser relevantes como lo eran porque han sido reemplazadas por una guerra de
escenificaciones mediáticas en la que la discusión y la verdad son reemplazadas
por una guerra de información.
Y aquellos que no seon enejenados por la IA, lo son por la fe, ya sea musulmana, protestante, catolica, o un etcetera de religiones, sumdas a las sectas, todas ellas tienen seres superiores que les indican el que hacer, prometiendoles el nirvana del otro mundo, del que nadie a reggresado, pero que en la tierra enriquece a muchos, toda religión, creencia o secta tiene iconos, fetiches y gurus, y todas cuestan.
En la era infocrática, la deliberación y la verdad
son reemplazadas por el marketing, los datos y las verdades inventadas a través
de algoritmos de incidencia en la opinión del público, como los bots.
Condición que elimina la necesidad del discurso entendido como medio para la
relación con la alteridad y la expresión de la verdad. Y, al fin de cuentas, la
alteridad de la comprensión política, religiosa o social. La “descontextualización del mundo de la
vida, destruye ese fondo político de la acción comunicativa, la desaparición de
la facticidad del mundo de la vida complica enormemente la comunicación
orientada al entendimiento”.
La infocracia según Byung-Chul-Han, disuelve
las condiciones de diálogo que están supuestas en las teorías políticas de Arendt
y Habermas, que son parte significativa del análisis crítico de Han
en este texto. Para él, el espacio público ha dejado de ser un lugar para el
debate o la parresia, según la interpretación que hace Foucault de este
concepto que surge en la Grecia clásica. En su lugar, la minería de datos del
big data impone un conductismo sin discurso y sin los tiempos con los que
el intercambio político tradicionalmente ha sido entendido por la filosofía.
En la patológica era informática, según la
descripción de este filósofo surcoreano, el discurso político y su necesidad de
alteridad para el desarrollo del debate y la comunicación pública quedan en una
posición secundaria, sino marginal. En el nihilismo de los datos que conduce a
la crisis de la democracia que vivimos, “La democracia no es compatible con el
nuevo nihilismo porque supone un discurso de la verdad. Sin embargo, la
infocracia puede prescindir de la verdad”
En la era de la revolución tecnológica, también han entrado
en el mercado mediático, sobre todo el audiovisual, los gigantes de Internet
como Google –que compró el principal canal de videos del mundo, Youtube,
por 1,300 millones de dólares en 2006–, Facebook –que ha adquirido WhatsApp
e Instagram–, Apple –que ha hecho una enorme apuesta por la televisión en
línea a la carta para competir Netflix y HBO–, Amazon –y su
apuesta por Amazon Prime Videos–, Yahoo! o Microsoft.
La humanidad, o los que quedemos con el deseo de leer,
formar nuestra propia opinión, no ser manipulados, tendremos que hacer un mayor
esfuerzo porque estamos en manos de lo que digan Elon Musk, Mark Zuckerberg,
Jeff Bezos, Larry Page, Bill Gates y Sergey Brin que están entre los megas ricos del
sector tecnológico que vieron cómo sus empresas perdieron dinero este año, pero
que aun así siguen siendo inmensamente millonarios.
Larry Page dueño y fundador de Google, y YouTube, Marck
Zuckerberg dueño de Facebook,
y de Meta propietario de Whatsup, y Wikipedia., Apple del grupo Vanguard, de Berkshire Hathaway y Blackrock, de Laurence D. Fink., Wilmot Reed Hastings Jr, presidente
de Netflix., Amazon de Jeff Bezos, Larry Fink presidente y director ejecutivo
de BlackRock., Bill Gates dueño de Microsoft., y Elión Musk dueño de Tesla,
Space X, X antes y recientmente del Gobierno de Los Estados Unidos, Twitter, solo quedó fuera Tik Tok, por ser China, estos hombres y
compañías dominan el mundo económicamente y prácticamente toda la información
que recibimos, por eso nos convirtieron en cabezas huecas.
Es decir pierden dinero porque en los
países del tercer mundo, cada vez tienen menos credibilidad, somo millones de
“cabezas huecas” los que los mantienen, ahora entramos aun fase mucho más
peligrosa para los países desarrollados, con aportaciones millonarias Musk, invirtió
200 millones de dólares en la campaña de Trump, serán ahora parte del
gobierno, afortunadamente es un país en declive y de nada les servirá su
dinero, porque la dignidad no se compra, y haremos un esfuerzo por detener esta
fiebre de consumo, que todos hemos caído, a quién no lo llega algo que no
necesitaba a través de “Mercado Libre”, que son aplicaciones cibernéticas
del consumo, con tantas otras, que hacen de la antigua privacía del hogar una
ventanilla de “Wolmart” , las comunicaciones de whats up, solo sirven para que nos guíen a nuevos centros de consumo, los amigos
los familiares etc., son los agentes de venta de un producto desechable que no
necesitamos.
El mundo del capitalismo global (neoliberalismo) se desmorona hacia un capitalismo nacionalista, las economías mixtas (hibridas) son de dos tipos aquellas que los empleadores son privados y los empleados solo-esclavos, por que como protestar contra AMAZON, llamado capitalismo neoliberal y las del capitalismo nacionalista en donde el principal empleador es el Estado y los empleados trabajan para él, en ellos hay una mejor distribución de la riqueza, quizás sean el camino de una humanidad, más humana, el mayor ejemplo es China el mayor empleador en la sociedad oriental, con millones de empleados, sin capacidad de influencia o critica, las dos parrecen ser dictaduras perfectas, la diferencia fundamental es que en la primera las desigualdad economica crece y los bienes y servicios están cada día en menos manos, disminuyen los salarios y con ella la clase media, y los jóvenes estan sin propuesta económica para enfrentarse al mundo del consumo, la segunda hay una mejor repartición de los bienes y servicios, crece la clase media, sin menoscabo a la presencia de multimillonarios. Las sociedades buscan un imperio multipolar llamado BRICS, en contra de un imperio unipolar de los Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el dólar.
Salvar a los medios de comunicación, de Julia Cage,
es la obra de referencia de los últimos años sobre la crisis de los medios. Cage
todavía señala una tendencia más reciente: “Hay un auge de la compra de medios
de comunicación históricos por parte de multimillonarios −a menudo del ámbito
de los nuevos ricos globales del mundo tecnológico o del sector financiero”.
Destacan los casos de Jeff Bezos, fundador de Amazon, que compró en 2013
el Washington Post, por 250 millones de dólares; el de John Henry,
inversor y propietario del equipo de béisbol Red Sox, que adquirió el Boston
Globe por 70 millones de dólares; o el de Warren Buffet, que a
través de su holding Berkhire Hathaway, ha multiplicado las
adquisiciones en los últimos años −solo en 2012, compró 63 periódicos del grupo
Media General
El "Monumento a la nueva generación:"cabezas
huecas" de Anna Uddenberg, presentado en la 9ª Bienal de Berlín,
nos sumerge en una reflexión profunda sobre la era digital y la construcción de
identidades a través de las pantallas. Conocida por sus esculturas que exploran
la autoimagen, el narcisismo y la tecnología, Uddenberg utiliza el
cuerpo humano como un lienzo para cuestionar cómo nos proyectamos en las redes
sociales.
Las "cabezas huecas" que aparecen en la obra parecen ser una crítica directa a la vacuidad de las identidades construidas en un mundo virtual, donde las apariencias y las poses dominan la narrativa. En lugar de cuerpos llenos de significado, vemos figuras despojadas de contenido real, reflejando la superficialidad y la desconexión que muchas veces reina en las interacciones digitales. Las relaciones digitales finalmente son una expresión de la globalización del capitalismo, en dónde nuestra incapacidad para distinguir entre lo “verdadero” y lo “falso” es incomprensible sin la ayuda de la infomanía, si lo dice Google, es verdadero, Google “lo sabe todo” es más allá de la informática es la “verdad absoluta” en un buscador universal, y si pretendemos saber un poco mas esta “wiklipedia” enciclopedia anónima incuestionable, los seres humanos informáticos no podemos pensar o formar nuestra opinión dialécticamente, es decir escuchando los dos lados de la historia, la verdad es única y está es “wiklipedia”. Y para ser tdavía menos ejercicio mental y volvernos instrumentos de consumo sin voluntad, ya ni siquiera tenermos la capacidad de escribir, ahora todo se lo pedimos a Alexia para no despegar los gluteos del sillón, y aceptamos lo que nos responda o realize la obra que le solicitamos, como "prende por favor "Rubí, Rosa Salvaje o Cuna de Lobos" tres telenoelas para retrasados mentales.
Ubicada en el contexto de la bienal, la pieza pone en evidencia el narcisismo exacerbado, la búsqueda constante de validación y la alienación que surgen al intentar encajar en un molde virtual que no refleja la autenticidad del ser. La obra de Uddenberg se convierte, así, en un espejo distorsionado de nuestra propia sociedad digitalizada, donde las "cabezas huecas" nos invitan a cuestionar qué tanto de nosotros mismos queda después de proyectar una imagen en línea.
Cada día desde la primaria, los niños aprenden que la "verdad
está en el teléfono “inteligente”, y así progresivamente somos educados a la
informática, no hay joven o adulto que no tenga un aparato, los algoritmos que
nosotros mismos le proporcionamos les permite saber que consumimos, y son la
nueva arma del consumismo si no “compramos” no “somos, no existimos”, nos reunimos para
intercambiar la información que recibimos en los teléfonos inteligentes, y
ahora son utilizados para todo, hasta en una reunión familiar se le pide a
“Alexa” que nadie sabe quién es, que conteste lo que queremos o que ponga la
música que deseamos, nuestra capacidad de asombro no tiene limites, y desde los
niños hasta los ancianos, están siempre jugando a quién tiene la tecnología de
punta, que básicamente impide el desarrollo de la capacidad intelectual, porque
el cerebro como cualquier órgano si no se usa se atrofia, y cada vez lo usamos
menos formando generaciones de “cabezas huecas”, hasta las funciones más
placenteras que bromeábamos de jóvenes con los órganos sexuales, “si no se usan
se atrofian”, hoy hay una disminución de las relaciones de todo tipo, hasta las sexuales, por que
finalmente vendrán los robots dirigidos por “Alexa” que nos proporcionaran
relaciones sexuales, sin ningún compromiso.
Solo la educación, la cultura, el desarrollo, la lectura, que
forma sociedades éticas, dónde se respete el medio ambiente, permitirá que no
se construyan arbitrariamente sin respeto al bosque, colonias de ricos que
servirán para ser consumidos por las llamas, predecibles producto de un
capitalismo voraz, bienvenido a las zonas más exclusivas de Los Ángeles, dónde
el fuego redentor consume la avaricia de las residencias exclusivas de los
super millonarios.
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