De que te ries asesino

El 68 segunda parte

Para que no se repita jamás hay que votar, por quien quieras, es tu libertad

Los que lo vivimos ahora viejos tenemos la cicatriz, no regresar nunca a esa represión, los diferendos deben discutirse en las urnas, salgamos todos a votar por quein quieran en una fiesta de la democracia que ha costado mucha sangre de mexicanos en homenaje a ellos votemos 

Rcuerdos; Los oradores califican de poco combativo el discurso del rector de la UNAM y denuncian el control que se ejerció sobre los participantes, a quienes no se permitió exponer su opinión sobre el conflicto. Se constituye el Consejo Nacional de Huelga (CNH). El CNH se forma sobre tres principios:

 1. Solo estarán representadas las escuelas en huelga, no en paro activo

 2. Habrá tres representantes por escuela, elegidos en asamblea

3. No se admite la representación de federaciones, confederaciones, partidos o ligas, solo de escuelas.

En el CNH llegan a estar representadas 75 escuelas con un total de 250 estudiantes miembros, cuyas decisiones se hacían por mayoría de votos, representaba por igual a alumnos, y reducía la animosidad entre las instituciones rivales. el que suscribe representaba inocentemente a la FMVZ UNAM, y decimos inocentemente porque había en el CNH, verdaderos tibuones de la política y sobre todo de la manipulación, ahpi aprendimos de que no siempre la razón es la que perduar, es la oratoria, la fuerza de la palabra aunque nos lleve al caos.

La Procuraduría General de la República informa que se solicitó al juez girar “orden de aprehensión contra dirigentes del PCM y de varias organizaciones filiales” y que ha consignado a siete personas relacionadas con el conflicto estudiantil por los delitos de asociación delictuosa, sedición, daño en propiedad ajena y ataques a las vías generales de comunicación. El Partido Comunista Mexicano publica un manifiesto: rechaza las acusaciones en su contra; declara que hace suyas las demandas estudiantiles y denuncia a la CIA de difundir documentos apócrifos, como el titulado “La Juventud al Poder”, que se presenta bajo la firma de la Juventud Comunista de México. Víctor Manuel Sánchez, fundador del MURO, critica al rector de la UNAM en una estación de radio.

El MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación), que apareció a principios de la década de 1960, forma parte de una larga cadena de grupos de la ultraderecha mexicana, cuyos sucesores llegaron al poder con Vicente Fox y, sobre todo, con Felipe Calderón.

Grupo estudiantil de choque radicalmente anticomunista, el MURO  floreció en la época de la Guerra Fría, en el llamado “mundo bipolar”.

Tenía una estructura pública y vínculos con otros grupos nacionales e internacionales, así como con algunos empresarios; recurría a la violencia y se le considera un membrete de la Organización Nacional del Yunque, grupo secreto que durante décadas trabajó para llegar al poder.

El MURO salió a la luz a principios de 1962, pero tuvo su antecedente en un enfrentamiento en Ciudad Universitaria con motivo del aniversario de la Revolución Cubana el 26 de julio de 1961.

Tras bambalinas, en ese episodio participó, según él mismo relata, el empresario Hugo Salinas Price, impulsor de varios grupos anticomunistas, como el propio MURO. Su colaborador y enlace con esos grupos fue Agustín Navarro Vázquez, quien dirigía el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, patrocinado por Salinas Price.

Uno de los más entusiastas promotores del MURO fue René Capistrán Garza (1898-1974), que en la década de 1920 fue uno de los dirigentes del movimiento cristero, hasta convertirse, decenios después, en apologista de Gustavo Díaz Ordaz, identificado plenamente con su anticomunismo. Su periódico, Atisbos, fue uno de los que más apoyaron a los muristas.

El 3 de agosto de 1968, aparecen en los periódicos desplegados en pro y en contra del movimiento estudiantil. La FNET, mostrando su lealtad al régimen, manifiesta que el gobierno de México es víctima de una conspiración nacional e internacional “por parte de los provocadores tradicionales organizados en las corrientes del maoísmo, y del trotskismo”, quienes, dice, desde hace tiempo estaban ya preparados para el estallido de violencia, “si no en estos días, sí en las épocas en las que México ofrecerá su corazón a la juventud del mundo en la XIX Olimpiada”. La CNED declara en un manifiesto público que las organizaciones revolucionarias de la juventud están sufriendo la furia irracional de los cuerpos policiacos. Y afirma: el movimiento estudiantil se proyecta para derrotar la violencia y abrir nuevos cauces a la democracia. El director general del IPN, en presencia del Comité Coordinador de Huelga del IPN, acepta encabezar la manifestación que estudiantes, maestros y autoridades de esa institución tienen programada para el lunes 5 de agosto, en protesta por la represión gubernamental y el allana centros escolares por las fuerzas policiacas y del ejército

Pero advierte que su participación está condicionada a que ninguna organización estudiantil aparezca como patrocinadora, y que solo participen estudiantes y profesores del IPN. Tales condiciones son consideradas por los estudiantes como pretextos para no participar, pues la manifestación ha sido proyectada no solo por los Comités de Lucha del IPN, sino también por estudiantes y profesores de la UNAM, de Chapingo y de la Normal, cuyos representantes han formado una Comisión Organizadora de la Manifestación del 5 de agosto. La FNET acuerda no participar en la manifestación; pretende levantar la huelga del IPN y acusa a los provocadores comunistas de ser los responsables del conflicto. La FNET, tratando de limpiar su imagen, censura al general Luis Cueto Ramírez, jefe de la Policía Preventiva del DF, por haber declarado que dirigentes de su organización solicitaron la intervención de la policía el 26 de julio. El general Cueto Ramírez dirige un oficio a los alumnos del IPN, a petición del presidente de la FNET, José R. Cebreros, afirmando que en ningún momento el mencionado representante estudiantil solicitó a esta jefatura la intervención de la policía en los actos que se desarrollaron durante el 26 de julio.

El 4 de agosto de 1968, el movimiento estudiantil elabora un pliego petitorio que invalida el de la Federación Nacional de Estudiantes

Técnicos (FNET), y contiene los siguientes puntos:

 1. Libertad a los presos políticos;

 2. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal–los cuales instituían el delito de disolución social y sirvieron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes

 3. Desaparición del Cuerpo de Granaderos;

 4. Destitución de los jefes policíacos

 5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos

desde el inicio del conflicto;

 6. Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

 El 27 de agosto de 1968 una multitudinaria marcha se dirigió al zócalo capitalino a las 15:20 horas. Fue la primera ocasión en que se insulta públicamente al presidente mexicano, Gustavo Díaz Ordaz.

Asisten aproximadamente 30 mil personas, las cuales marcharon desde el Museo de Antropología. Aún no había salido la retaguardia de la marcha a las 19 horas cuando fue izada en la asta bandera del Zócalo un banderín rojinegro. Al finalizar la manifestación, uno de sus líderes, Sócrates Campos Lemus, quien años más tarde sería identificado como un infiltrado en el movimiento por parte del gobierno,   se pronuncia a favor de quedarse a esperar una respuesta del gobierno, a escasos días del informe presidencial. En respuesta, 3500 estudiantes permanecen en guardia.

La madrugada del 28 de agosto de 1968, varias tanquetas –las cuales destruyeron los campamentos estudiantiles–, soldados con bayoneta calada, granaderos, así como camiones de bomberos, salieron de las calles de Pino Suárez, Seminario y Moneda. Los estudiantes gritan:México, libertad!, ¡México, libertad! Retirándose por Madero siendo aproximadamente mil 500 personas, otros trataron inútilmente de detener la marcha de los tanques ligeros tirándose a su paso o subiéndose a ellos. 

Al final, todos fueron desalojados del Zócalo. Los estudiantes no solo fueron echados, sino perseguidos y golpeados a lo largo de las calles del Centro Histórico hasta la Torre Latinoamericana, donde el Ejército corta cartucho. En El Caballito, en las inmediaciones de Bucareli y Reforma, arremete a culatazos contra los estudiantes. En el operativo participaron el 43.º y el 44.º Batallón de Infantería y 1.º de Fusileros Paracaidistas, al mando del general Benjamín Reyes García; así como 12 carros blindados de la guardia presidencial, cuatro carros de bomberos, alrededor de 200 patrullas de la policía preventiva, cuatro batallones de tránsito y unos diez motociclistas de la Dirección General de Tránsito. Durante la madrugada, empleados del Departamento del Distrito Federal (DDF), ahora Gobierno del Distrito Federal, izaron nuevamente el banderín rojinegro antes del amanecer. Ese mismo día, varios burócratas del DDF fueron llevados en camiones al Zócalo. Súbitamente, los propios empleados gubernamentales comienzan a corear ¡Somos borregos! ¡Somos acarreados! y ¡No vamos! ¡Nos llevan! Durante este acto de desagravio a la Bandera Nacional, se abren las puertas del Palacio Nacional, de donde salieron tanquetas del ejército para dispersar a los manifestantes. 

En las horas subsecuentes, varios tiradores abren fuego contra estudiantes y soldados desde el tercer piso del Hotel Majestic, el edificio ubicado en Madero # 68, en la esquina de Madero y Palma y desde algunos edificios de la avenida Pino Suárez. Posteriormente, dos sospechosos de haber disparado desde los edificios son detenidos y se les decomisan una subametralladora y un rifle M-2, sin embargo, los sospechosos fueron liberados. Investigaciones posteriores señalan que los presuntos tiradores trabajaban para las esferas más altas del gobierno al observarse un disparo que sale desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El 7 de septiembre de 1968, se llevó a cabo un mitin en Tlatelolco, denominado la Manifestación de las Antorchas. El 13 de septiembre de 1968, tiene lugar La marcha del silencio, donde los manifestantes marcharon con pañuelos en la boca. El 14 de septiembre de 1968, en un hecho aislado, cuatro trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla son linchados en el pueblo de San Miguel Canoa debido a los disturbios estudiantiles en la capital. 

El domingo 15 de septiembre de 1968, con motivo del aniversario de la Guerra de Independencia, Heberto Castillo dio El Grito de Independencia en la explanada de Ciudad Universitaria de la UNAM sin imaginar que esto enfurecería al presidente. Tres días después, el 18 de septiembre de 1968, el ejército invadió la Ciudad Universitaria. El 23 de septiembre de 1968, el rector Barros Sierra presenta su renuncia a la Junta de Gobierno de la UNAM:

Sin necesidad de profundizar en la ciencia jurídica, es obvio que la autonomía ha sido violada. Me parece importante añadir que, de las ocupaciones militares de nuestros edificios y terrenos, no recibí notificación oficial alguna, ni antes ni después de que se efectuaron. Los problemas de los jóvenes solo pueden resolverse por la vía de la educación, jamás por la fuerza, la violencia o la corrupción. Estoy siendo objeto de toda una campaña de ataques personales, de calumnias, de injurias y de difamación. Es bien cierto que hasta hoy proceden de gentes menores, sin autoridad moral; pero en México todos sabemos a qué dictados obedecen. La conclusión inescapable es que, quienes no entienden el conflicto, ni han logrado solucionarlo, decidieron a toda costa señalar supuestos culpables de lo que pasa, y entre ellos me han escogido a mí. Por ello es insostenible mi posición como rector, ante el enfrentamiento agresivo y abierto de un grupo gubernamental. En virtud de las consideraciones anteriores, me veo en la imperiosa necesidad de presentar mi renuncia irrevocable.

De tal manera, el Rector puso como condición para retirar su renuencia, que el Congreso le diera una disculpa pública después de los insultos que sufrió al informar al legislativo la situación de la UNAM. Varios directores se reúnen para buscar una forma que no renuncie Javier. Enrique González Pedredo director de la Facultad de Ciencias Políticas en la UNAM en esos años encabeza un grupo de distinguidos directores y funcionarios de la institución que se dirigen a hablar con Díaz Ordaz para que no acepte la abdicación.

 González Pedredo relata:

 —Nos recibió el señor presidente y escuchó nuestros argumentos contestando.

 —Licenciado usted sabe que en este país hay división de poderes, yo no puedo intervenir con el poder legislativo.

 —Desde luego, Señor presidente, contestó González Pedrero, pero sabemos que usted tiene “algunos” amigos en el congreso.

 —Bueno licenciado, sí, efectivamente tengo algunos amigos, déjeme ver qué puedo hacer porque ciertamente tengo un gran aprecio por Javier compañero de gabinete trabajamos juntos en la administración del Lic. López Mateos y es un hombre que aprecio.

 Al día siguiente a primera hora recibió el Ing. Barros Sierra una disculpa pública del congreso en pleno, ese era el poder del presidente. El 23 de Septiembre el edificio de la Vocacional 5 fue ametrallado por comandos policíacos vestidos de civil, ocasionando grandes destrozos. 

En las primeras horas de la noche se inicia una serie de choques violentos entre estudiantes y granaderos en las zonas del Casco de Santo Tomás, de la Unidad Nonoalco Tlatelolco y de la Unidad Profesional de Zacatenco. 

En el Casco de Santo Tomás los estudiantes secuestran autobuses y los colocan en forma estratégica alrededor de las escuelas; abren zanjas y derriban postes con el fi n de impedir el paso de los vehículos policíacos. A las 19 horas arriban al lugar alrededor de mil 500 granaderos en autobuses de pasajeros, y de inmediato rodean las instalaciones del Casco. 

Los politécnicos incendian los camiones con los que habían bloqueado las calles aledañas al Casco, y desde las escuelas y algunas casas comienzan a arrojar bombas molotov a los policías y a los autobuses en que éstos habían llegado. Los granaderos lanzan en varias ocasiones gases lacrimógenos, pero se repliegan para evadir las bombas molotov que les lanzan. La lucha se extiende hasta la avenida Instituto Técnico, donde los estudiantes queman varios autobuses. En la madrugada del día 24, cientos de granaderos y soldados, apoyados con tiros de fusil, toman todas las escuelas del Casco de Santo Tomás. Se detienen a 350 estudiantes, hombres y mujeres. Todos ellos son trasladados a las cárceles en autobuses urbanos y vehículos policíacos. 

En la Unidad Profesional de Zacatenco, los estudiantes también se enfrentan a las fuerzas policíacas. Las batallas por tomar el Casco de Santo Tomás y la Unidad Profesional Zacatenco duran más de doce horas. Los estudiantes politécnicos defienden sus escuelas a sangre y fuego en contra de los granaderos; así que debe intervenir el ejército. En los primeros minutos del día 24 de septiembre, el general Gustavo Castillo salió con mil soldados de su cuartel general y se dirigió a la Unidad Profesional Zacatenco, en donde ya llevaban tres días de enfrentamientos contra los granaderos. El general Castillo tomó la Unidad Profesional con el apoyo de mil soldados, 15 carros blindados, M-1, lanzagranadas y 150 judiciales.   El saldo oficial fue de 33 heridos y un muerto.

 A las tres de la mañana, el general Castillo dejó a 400 soldados custodiando la Unidad Profesional Zacatenco, y con 15 carros blindados y los 600 soldados restantes se dirigió a Santo Tomás. De la batalla por tomar Santo Tomás da cuenta la revista francesa L’Express al informar que en los combates se dispararon más de mil balas y que al final hubo 15 muertos; la información oficial del día redujo el “marcador” a tres muertos y 45 lesionados. El Doctor Justo Igor de León Loyola (testigo presencial) escribió en su libro, La Noche de Santo Tomás una detallada descripción de los hechos, observando el retiro de “varios” cadáveres de la zona, así como heridos en las ambulancias de la cruz roja y de la cruz verde esta última localizada en la  zona del conflicto, nosotros que vivíamos enfrente de la normal de maestros vimos a los  estudiantes correr y la llegada del ejército y la policía por la calzada México-Tacuba en la noche del 24 de Septiembre.

Mientras eso sucede, en la zona de la Unidad Nonoalco Tlatelolco se registran choques entre estudiantes y granaderos. Los granaderos recurren a las armas de fuego. Después de un intenso tiroteo, toman la Vocacional 7, y detienen a los estudiantes que se encuentran en el área. Durante las ocupaciones de la Ciudad Universitaria y del Casco de Santo Tomás, varios informes mencionan la participación de un agrupamiento denominado “Batallón Olimpia”, el cual originalmente estaba destinado a cuidar las instalaciones olímpicas y pasó a ser un grupo de choque, y fue responsable de varios enfrentamientos callejeros con los estudiantes de varias vocacionales y preparatorias.  El 27 de septiembre cinco sospechosos son detenidos en Tlatelolco cuando se descubrió que transportaban armas y municiones en esa unidad habitacional. El 1 de octubre de 1968, el ejército se retiró de la UNAM y el IPN.

 

 



Comentarios

JORGE RICO ha dicho que…
Lamentables hechos que deben llevarnos a tomar consciencia.
Saludos

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