Baruk
Spinoza
Este primer párrafo está fuera de contexto y se lo pueden saltar. Hoy 18 de febrero del 2025, escribo esto al darme cuenta de
lo farsante que son los dirigentes del mundo, hoy en Raid Sudarabia, se
reunieron Sergei Lavrov secretario de relaciones exteriores de Rusia,
experimentado diplomático, y Marco Rubio secretario de Gobierno de
los Estados Unidos a decidir el conflicto de Ucrania, (dejo de ser
negocio para el complejo militar norteamericano) claro sin Vladimir Zelensky la
marioneta ucraniana es decir sin Ucrania y sin los países de la Unión
Europea porque, según se sabe entre muchos no se arregla nada y decidieron
primero, poner un alto al fuego, sin el armamento de los norteamericanos esto
es seguro, segundo hacer elecciones en Ucrania para quitar el Zelensky
y tercero repartirse Ucrania, Rusia se quedará con lo que tiene que es
básicamente rusófila, del Donabas hasta Crimea y Estados Unidos con los
recursos de Ucrania para saldar la deuda que tienen con ellos, porque en Sudarabia,
porque básicamente la guerra fue, es y será por energía (petróleo y gas), y se
lo repartieron, todo el petróleo ruso que irá a Europa será a través de
Ucrania en manos de los Estados Unidos que cobrarán por cada barril un arancel,
y Rusia tendrá lo que ya solicitaba en el 2014 el cinismos sería para
que tantos muertos, los europeos furiosos porque los dejaron fuera, amenazan,
pero no harán nada y Zelensky se ira de vacaciones al caribe con la
esperanza de no terminar en Guantánamo.
Hasta aquí esta pequeña introducción, que no quiere más que
manifestar mi impotencia con el emperador norteamericano y el mundo. Por eso he
preferido escribir sobre otro tema que me apasiona Baruk Spinoza.
El hombre es por naturaleza un animal religioso, decía Karl
Marx en sus escritos de 1848, a lo que agrego Felipe Engels, la “religión
es el opio del pueblo”, y si lo vemos a través de los años, estaríamos de
acuerdo en el concepto básico, pero es en realidad la necesidad de inmortalidad
del hombre que mediante la “fe” encuentra el camino a hacia el “mal allá y así
casi” absolutamente todas las religiones se basan en la enajenación que les
permita saber que va a pasar a su muerte, o que les permita ponerse en contacto
con los seres queridos que se adelantaron, todos tenemos esa necesidad. yo
quiero volver a ver a mi madre o a mi padre que murieron, y es solamente
mediante la religión y la fe que puedo mantener la esperanza de verlos o de
asegurarme que pasará cuando me muera. Y es muy respetable si en vida de
cada uno nos ayuda a sortear los momentos más difíciles, como lo ha hecho en
nuestra experiencia.
La fe per se es esotérica, es oculta, reservada, dicho de otra
forma, es impenetrable o de difícil acceso para la mente. Es una doctrina que se
transmite. Es decir, nadie la entiende, pero todos la propagan, todos conocen
la “palabra de Dios”, como si “Dios” hablara o escribiera.
Todas las religiones, monoteístas, los cristianos, los
ortodoxos, los musulmanes, los judíos, los budistas, los politeístas como la
religión hindú con Brahma, Shiva y Visnú un dios diferente de acuerdo a los
ingresos, o las diferentes sectas que promueven la luz divina, el nirvana, el
superhombre, todas ellas se aprovechan de la fe para hacer dinero, así como me
dijo mi madre que “todas las mujeres cuestan” desde niños, los dulces, el cine,
las cenas, etc., siempre paga el hombre, te cases o no con ellas, todas
cuestan, así todas la religiones o sectas (la mayoría de las sectas no se
consideran como sectas) cuestan, por ir al templo, casa de oración, iglesia, mezquita,
todas cuestan y todas tienen ceremonias o peregrinaciones dónde se agrupan para
mantener y aumentar su fe, excursiones, peregrinaciones, por ciertas fechas, de
nacimientos de sus santos o personas dirigentes o de cambios de estación etc.,
en general terminan viendo la imagen de algo, “yo seré ateo pero Guadalupano” y
en el momento que se drogan con la fe, es como cualquier dependencia, necesitan
de sus plegarias, libros, oraciones, iconos, que claro todas cuestan, porque la
fe en este mundo “tiene un precio” ya sea una peregrinación al santuario de la
Guadalupana en México, o al vaticano Roma, o la Meca, o Japón. se tiene que ir
por lo menos una vez en la vida a fijar su fe, y como se van en grupo cimentan
más sus creencias. En lo particular fui al Vaticano en Roma varias veces,
inclusive la última casi me atropella un Mercedes Benz de un cardenal que tenía
prisa, gracias a ello y el agua bendita soy un hombre “casi” de fe.
Quizás mi religión se Olmeca politeístas, es decir,
creían en varios dioses. Su religión estaba vinculada a la naturaleza y a la
agricultura, y adoraban a ciertos animales, pero sobre todo a la naturaleza.
Cuando le preguntaron a Albert Einstein si creía en Dios, solía
contestar si creo en el Dios de Spinoza. Por la similitud entre las
religiones de mis ancestros y los de Einstein escribiré un poco sobre Spinoza.
Baruch Spinoza
(Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632-La Haya, 21 de febrero de 1677) fue un
filósofo neerlandés de origen sefardí. Spinoza fue uno de los
principales pensadores de la Ilustración, de la crítica bíblica moderna y del
racionalismo del siglo XVII, incluyendo concepciones modernas del ser y del
universo. Heredero crítico del cartesianismo, es considerado uno de los tres
grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto al francés René
Descartes y el alemán Gottfried Leibniz, con quien además tuvo una
pequeña correspondencia. Llegó a ser considerado «uno de los filósofos más
importantes—y sin duda el más radical—de principios de la Edad
Moderna».Inspirado por el estoicismo, el racionalismo judío, la obra de Maquiavelo,
Hobbes, Descartes y diversos pensadores religiosos heterodoxos de su
época, Spinoza se convirtió en una de las principales figuras
filosóficas del Siglo de Oro neerlandés, inspirador de la famosa frase de Federico
Nietzsche “Dios no existe”, el hombre lo ha matado.
Spinoza fue criado en la comunidad
judío-portuguesa de Ámsterdam. Mientras era un miembro activo de la sinagoga, Spinoza
desarrolló ideas muy controvertidas con respecto a la autenticidad de la Biblia
hebrea y la naturaleza de la única divinidad, y cuestionó la autoridad
rabínica, si bien mantuvo sus ideas en secreto hasta 1655. Las autoridades
religiosas judías emitieron un “Gerem” en su contra, (excomunión) que
provocó que fuera expulsado y rechazado por la sociedad judía a los
veinticuatro años (1656), coincidiendo con el momento en que colapsó el negocio
familiar. Luego residió en La Haya, donde se dedicó a trabajar como
pulidor de lentes.
Spinoza adquirió fama internacional
y, con la publicación del Tractatus Theologico-Politicus en 1670,
notoriedad, empezando una larga correspondencia con diferentes figuras, entre
ellos Henry Oldenburg, secretario de la Royal Society de Londres.
Spinoza sólo publicó dos libros en vida: Los Principios de la
filosofía de Descartes (escrito inicialmente para un joven de quien era
tutor informal, publicado en 1663) y el Tractatus Theologico-Politicus,
publicado anónimamente en Ámsterdam, pero que pronto se hizo muy célebre
y que le trajo a Spinoza muchas críticas una vez se supo que era el
autor. Spinoza rechazó recompensas y honores durante toda su vida,
incluidos prestigiosos puestos como docente. Murió a los 44 años, en 1677, de
una enfermedad pulmonar, quizá tuberculosis. Sus manuscritos fueron retirados
de su casa para evitar que fueran destruidos y un grupo de colaboradores
preparó su obra póstuma para publicarla en latín y neerlandés. Esta obra
póstuma contenía la Ética, una de las obras más importantes e influyentes de
la filosofía occidental, así como el inacabado Tractatus Politicus, algunas
obras menores y correspondencia importante.
Algunos comentaristas han sugerido una interpretación
panteísta de la filosofía de Spinoza, al sostener que existe una
identificación entre la única realidad (sustancia) y «Dios» o «Naturaleza»
(panteísmo) . En esta interpretación la realidad es eterna, infinita y
perfecta, pero muy distinta del Dios personal del teísmo clásico, y
todas las cosas en el universo son simples «modos» de Dios, por ello,
todo lo que existe tiende a perseverar en su ser (conato), en el caso del ser
humano se manifiesta como el deseo de vivir según el dictamen de su razón.
Barak Spinoza es una figura clave en
la filosofía moderna y su pensamiento se caracteriza por varias ideas
fundamentales
1 panteísmo Spinoza propuso que Dios la, energía
y la naturaleza son la misma cosa lo que se conoce como panteísmo, para él
todo lo que existe es una manifestación de una única sustancia divina que es
simplemente llama Dios o naturaleza de eusebio natural natural
esto implica que Dios no es un ser trascendental separado del mundo sino
que está presente en todo lo que existe
2 sustancia y atributos en su obra de ética Spinoza
argumenta que hay una única sustancia Dios, que tiene infinitos
atributos. Los dos atributos que conocemos son el pensamiento y la extensión. Esto
significa que todo lo que existe puede ser entendido desde estas dos
perspectivas como un pensamiento mente o como un objeto físico cuerpo
3 determinismo Spinoza sostiene que todo en el
universo tiene un orden necesario y que todo sucede de acuerdo con las leyes de
la naturaleza. Esto implica que la libertad humana es un tipo de ilusión, ya
que nuestras acciones están determinadas por causas previas.
4. conocimiento Spinoza distingue entre tres tipos
de tipos de conocimientos el conocimiento por la experiencia, el conocimiento
racional y el conocimiento intuitivo. El conocimiento más alto según Spinoza
es el conocimiento intuitivo, que permite comprender la esencia de las cosas y
relación con la sustancia única
5. Ética y la vida, en su ética Spinoza argumenta
que la felicidad se logra a través del entendimiento y la aceptación de la
naturaleza del mundo y de uno mismo punto la vida ética implica actuar de
acuerdo con la razón y buscar el bienestar común. Spinoza también cree
en la importancia de la amistad y la comunidad para alcanzar la felicidad
6. tolerancia y libertad de pensamiento Spinoza fue
un defensor de la libertad de pensamiento y la tolerancia religiosa. Creía que
las creencias deben ser cuestionadas y que las personas deben tener una
libertad de pensar y expresarse sin temor a la persecución.
Las ideas de Spinoza han influido en muchos campos,
incluidos la filosofía, la teología, la psicología y la política. Su enfoque
racional y su visión holística del universo continúa siendo relevante y
estudiarse en la actualidad.
En Spinoza, valga decirlo desde el principio, no hay
dualismo. Es decir: alma y cuerpo no son entes separados, sino que se trata de
una y la misma cosa, pero vista desde distintas perspectivas. Por hipótesis: si
el alma no pudiera pensar, el cuerpo estaría inerte y viceversa (ídem). Alma y
cuerpo es entonces lo mismo, solo que en el primer término es entendido desde
el atributo del pensamiento y en el segundo desde la extensión (ídem). Dicho
esto, otra cuestión a resaltar enseguida es que, cada organismo en cuanto
persevera en su ser, puede perjudicarse o no a sí mismo. En otras palabras:
puede disminuir o aumentar su potencian.
Ahora bien, la explicación referente a por qué hay un solo Dios
y no varios, es resumible teniendo en cuenta, en primer lugar, que fuera del
entendimiento solo hay «sustancias», sus atributos y sus afecciones, y, en
segundo lugar, concibiendo hipotéticamente cómo se distinguirían dos o más
sustancias, si existieran efectivamente. De esta manera, se intuye que se
distinguirían por sus atributos o sus afecciones.
La infinitud de la sustancia la prueba Spinoza de
dos maneras: por un lado, establece que la posibilidad de que la misma exista
como finita, pero eso requeriría que otra sustancia con su misma naturaleza
―mismos atributos (ídem)― le sirviera de límite. Esto, sin embargo, es lo
primero que se descartó al decir que solo hay un Dios. Y, por el otro,
explica además que un ser infinito es «afirmación absoluta de la existencia de
cualquier naturaleza» (ídem), de modo que dicho ser contiene en su seno todo lo
que es necesario que tenga vida en algún momento.
La indivisibilidad, también de dos maneras: sus «partes»
conservarían la infinitud o no. Si es el primer caso, entonces habría varias
sustancias, pero, de nuevo, fue lo primero en descartarse por absurdo. Si es el
segundo, podría dejar de ser (ídem). Entonces añade otra distinción: una
«parte» de una sustancia sería a su vez una sustancia finita, pero eso es
contradictorio con su definición.
Para responder la cuestión sobre las existencias infinitas
y determinadas, habría que añadir que los atributos de Dios expresan su
esencia, y, como la eternidad pertenece a la naturaleza de la sustancia, sus
cualidades principales y fundamentales también lo son (ídem). Entonces, como
las existencias determinadas son los modos o afecciones de esos atributos,
también comparten su infinitud, indivisibilidad y unicidad, claro que en grados
menos perfectos.
Lo que queda por decir es bastante. Porque aceptar la
infinitud de la sustancia implica, por ejemplo, asumir que todo lo que existe
son modos de la misma, que ella es causa inmanente, que tiene infinitos atributos,
aunque solo la conozcamos mediante dos solamente (pensamiento y extensión), que
es causa libre y a su vez es el ser más determinado que existe, etc. Pero todos
los efectos de comprometerse con el panteísmo de Spinoza están
contenidos o implícitos en la siguiente cita, que él mismo repite en varios
apartados: «Todo cuanto es, es en Dios, y sin Dios nada puede ser ni
concebirse».
Es famosa la errónea atribución a Einstein de la
frase según la cual «todo es relativo», cuya malinterpretación ha sido objeto
de ironía por los absurdos que aparentemente supone. Esto desde un peculiar
sentido, claro está: el relacionado al ámbito de la lógica —donde se reconoce
algo como verdadero o falso—. Según dicha perspectiva, que todo sea relativo
sería lo mismo que decir que no hay verdades innegables o absolutas, y, por
tanto, que no hay conocimiento seguro o estable posible sobre nada. Con lo
que, siguiendo la idea cartesiana del árbol o edificio del saber, atacando los
fundamentos se caería todo. De modo que la ciencia y la filosofía serían no
solo inútiles, sino que, además, serían imposibles.
La frase de Einstein no fue expuesta con este
sentido en que la habrían imaginado los sofistas y Descartes, que es,
además, el mismo que expone la mayoría de la gente que la conoce y la repite
como una excusa para decir cualquier cosa por absurda que sea. Que todo sea
relativo debe entenderse, simple y llanamente, como «todo está relacionado o
conectado», añadiendo la precisión de que ese «todo» abarca lo que existe
exclusivamente. De modo que, desde esta otra perspectiva, se habla del ámbito
metafísico: donde se reconoce algo como existente en cuanto necesario y como
inexistente en cuanto imposible. El asunto no se reduce, pues, a si esto o
aquello es verdadero o falso.
Falta decir que, para Spinoza, solo había una
sustancia, y esa era Dios o la Naturaleza. Todo lo que existe, entonces,
desde la piedra al hombre, no tienen su ser en sí y por sí mismo. Su existencia
depende de causas externas, y, por lo tanto, como son cosas creadas, dependen
de lo único que existe en cuanto causa sui. Aparte de creadas, entonces, ¿qué
distingue las cosas de Dios? Valga la redundancia en el punto primordial:
en que no somos sustancia; somos, en verdad, derivados de ella. El filósofo
neerlandés, para explicarse, distingue entre la sustancia, sus atributos y sus
modos. La primera es lo único que tiene su existencia por causa sui; los
segundos se refieren a las definiciones esenciales de la sustancia; y los
terceros, a sus maneras de manifestarse particular y determinadamente.
Dios o la sustancia hacen referencia,
entonces, a la existencia misma, que es eterna e infinita. En este sentido, es
absoluto e indeterminado, porque puede manifestarse asimismo de infinitas
maneras. De modo que la divinidad no puede imaginarse de ninguna forma, pues
eso sería limitarlo, reducirlo, quitarle su dignidad y legitimidad en cuanto
fundamento de todo lo existente. De todo lo dicho se sigue a su vez que
cualquier cosa creada, por provenir de la misma causa sui, tiene en su propia
constitución algo de divino. Por ello, cada cosa es expresión o manifestación
de la Naturaleza o de Dios. Nada es indigno de su infinitud ni de su
perfección —de su realidad—.
Lo que, con todas sus letras, sería diferenciar el que, si
bien Dios o la sustancia pueden entenderse absoluta e indeterminadamente sin
hacer referencia a los modos que se derivan de su existencia, lo cierto es que
todas las cosas creadas son en Dios y se conciben por él; de modo que todas las
cosas, desde la hormiga o la bacteria hasta el hombre, son divinas en tanto
expresiones de la sustancia —la manera de entenderla particular y
determinadamente— . La naturaleza, entonces, es la misma en todas partes.
Dentro del ámbito de la política se le considera precursor
de Jean-Jacques Rousseau.
Su pensamiento traslada la visión del mundo de Galileo,
quien sostiene que el mundo se encuentra sujeto a determinadas leyes, por lo
que buscará cuáles son las que regulan la sociedad. En este punto coincide en
parte con Descartes y Hobbes, pero con la singularidad de que Spinoza,
además, busca las leyes que rigen la moral y la religión. Así, se introduce
tanto en la moral como en la religión, intentando introducir la razón en ambas
esferas, para lo que usa un método racional.
En su Ética demostrada según el orden geométrico, Spinoza
habla de Dios, del ser humano y del puesto que el hombre ocupa dentro de la
naturaleza. Para él, la forma correcta de entender a los hombres es como una
parte más de la naturaleza, y las acciones humanas no se deben analizar con
criterios morales, sino como partes necesarias de leyes que rigen el cosmos;
esto es, existen leyes universales de la naturaleza a las que los hombres están
sujetos, por lo que no se puede afirmar que el hombre es totalmente libre.
Siguiendo este planteamiento se encuentra una de sus afirmaciones más
importantes y que más problemas le trajo, a saber: los valores son creaciones
humanas arbitrarias.
En el tema político, el filósofo reivindica la democracia
más amplia posible, aunque dentro de esta no incluye explícitamente a las
mujeres, a quienes plantea si deben tener o no derechos políticos, cosa que no
tiene muy clara; finalmente se inclina por sostener una inferioridad innata de
las mujeres, y afirma que el mejor gobierno es de los hombres. No obstante,
deja una puerta abierta al reconocimiento de las mujeres, diciendo finalmente
que sí son iguales a los hombres, que sí pueden gobernar, pero que lo mejor es
evitar el tema, ya que puede generar conflictos.
Según su pensamiento político, el fin del Estado es hacer a
todos los hombres libres, lo que significa que el hombre no debe ser un
autómata.
Baruch Spinoza es
una figura clave en la filosofía moderna, y su pensamiento se caracteriza por
varias ideas fundamentales:
1. **Panteísmo**: Spinoza propuso que Dios y la
naturaleza son la misma cosa, lo que se conoce como panteísmo. Para él, todo lo
que existe es una manifestación de una única sustancia divina, que él
simplemente llama "Dios" o "Naturaleza" (Deus sive Natura).
Esto implica que Dios no es un ser trascendental separado del mundo, sino que
está presente en todo lo que existe.
2. **Sustancia y atributos**: En su obra "Ética",
Spinoza argumenta que hay una única sustancia (Dios), que tiene
infinitos atributos. Los dos atributos que conocemos son el pensamiento y la
extensión. Esto significa que todo lo que existe puede ser entendido desde
estas dos perspectivas: como un pensamiento (mente) o como un objeto físico
(cuerpo).
3. **Determinismo**: Spinoza sostiene que todo en el
universo sigue un orden necesario y que todo sucede de acuerdo con las leyes de
la naturaleza. Esto implica que la libertad humana es un tipo de ilusión, ya
que nuestras acciones están determinadas por causas previas.
4. **Conocimiento**: Spinoza distingue entre tres
tipos de conocimiento: el conocimiento por experiencia, el conocimiento
racional y el conocimiento intuitivo. El conocimiento más alto, según Spinoza,
es el conocimiento intuitivo, que permite comprender la esencia de las cosas y
su relación con la sustancia única.
5. **Ética y la vida buena**: En su ética, Spinoza
argumenta que la felicidad se logra a través del entendimiento y la aceptación
de la naturaleza del mundo y de uno mismo. La vida ética implica actuar de
acuerdo con la razón y buscar el bienestar común. Spinoza también cree
en la importancia de la amistad y la comunidad para alcanzar la felicidad.
6. **Tolerancia y libertad de pensamiento**: Spinoza
fue un defensor de la libertad de pensamiento y la tolerancia religiosa. Creía
que las creencias deben ser cuestionadas y que las personas deben tener la
libertad de pensar y expresarse sin temor a la persecución.
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